El desafío energético de la minería
Extraer, transportar, chancar, moler y el beneficio de los minerales consume altas cantidades de energía. Aunque es difícil lograr una estimación exacta, la minería y el procesamiento de minerales podría representar entre un 2 y un 4 % del consumo energético mundial. No obstante, este número podría aumentar considerablemente en las próximas décadas a medida que el crecimiento económico, la urbanización, la industrialización y la transición energética impulsen un aumento considerable en la demanda de minerales. Mientras tanto, se espera que las leyes de los minerales disminuyan y que las minas tengan que llegar más profundo para alcanzar los yacimientos, lo que también aumenta el consumo energético por tonelada de producto comercializable.
La ubicación de las operaciones mineras también representa desafíos y riesgos asociados con la energía. En las regiones en vías de industrialización y aquellos con poblaciones en crecimiento, puede que la minería deba competir por un suministro energético limitado contra otros consumidores industriales, comerciales y públicos. Además, la infraestructura antigua, las ubicaciones mineras remotas y la transición energética también generan riesgos para la generación y transmisión confiable de energía.
Reducir el consumo energético de la minería es fundamental para mantener un suministro mineral económico y fiable. También es vital realizar esfuerzos para descarbonizar la industria, mientras la minería siga dependiendo de fuentes de energía derivadas de combustibles fósiles. Es por eso que el cero desperdicio de energía y las cero emisiones son dos de los tres pilares en la visión de la Mina MissionZero para el futuro de la minería. La buena noticia es que existen un gran número de oportunidades para mejorar la eficiencia energética en la minería y el flowsheet del procesamiento de minerales.


